Orgullosa de ser quien soy, de serlo porque si y por y para mi placer, de serlo por ser única, por ser yo. No pocas veces ardo en cólera cuando no me respetan, no pocas veces se habrán mofado de mi por ser mi autentico yo en sociedad, y no menos veces he preferido morderme la lengua, para callar y no decirle la cruenta verdad a la cara; fuese quien fuera el malo inocente.
Y digo inocente porque creo que nadie piensa lo que dice, nadie dice lo que piensa, y por eso inocentes todos.
No, no creo en la inocencia de la voz; sino de los actos; la voz delata, pero los actos aún mas.
No hay razones según yo para este escarnio que es mi vida, pero asi es y así a de aceptarse. Ya lo tengo aceptado; ahora sólo hay que hacerles abrir los ojos al resto.
Soy Reina de Mi Habitación y de Mis Besos; ambos países de restringido acceso; soy Reina, pero Reina de tierra, tierra ahora árida por la falta de riego amoroso, pero Reina al fin y al cabo. Puedes hacerme caer sobre mis rodillas, puedes tumbarme en el barro; pero en mis ojos leeras la verdad, la Verdad con mayúscula. Y eso es lo que hay. Jamas; ni decapitada, bajaré la cabeza, dejaré de luchar.
Ni en tus mejores sueños, cariño.
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